La inteligencia artificial está afectando al ambiente y es preocupante

La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el mundo, pero su crecimiento exponencial plantea serias preocupaciones sobre su impacto ambiental y la necesidad de una regulación más estricta.

Microsoft, uno de los gigantes tecnológicos que lideran la inversión en IA, ha visto aumentar sus emisiones de carbono en casi un tercio desde 2020 debido a la expansión de su infraestructura de IA. A pesar de sus ambiciosos objetivos climáticos, el alto consumo de energía y agua de la IA amenaza con socavar los esfuerzos de la compañía para reducir su huella de carbono.

Al mismo tiempo, la Comisión Europea ha iniciado acciones legales contra Meta, propietaria de Facebook e Instagram, por presuntas violaciones de la ley de servicios digitales de la UE. Estas acusaciones se centran en la falta de protección de los niños y jóvenes en las plataformas de Meta, lo que subraya la creciente preocupación por la seguridad y el bienestar de los usuarios más vulnerables en el entorno digital.

Mientras tanto, en el ámbito geopolítico, la presión de Washington sobre México para frenar las exportaciones chinas a Estados Unidos está generando tensiones y desafíos en la región. El “nearshoring”, la reubicación de cadenas de suministro globales a México, se enfrenta a obstáculos como el aumento de los salarios, la apreciación del peso mexicano y la escasez de espacios industriales.

En Tijuana, la falta de espacios industriales ha disparado los precios del suelo, lo que ha llevado a una inversión de 700 millones de dólares en la construcción de nuevos parques industriales en todo México. Sin embargo, estos esfuerzos podrían no ser suficientes para satisfacer la creciente demanda de espacio industrial, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo del modelo de “nearshoring”.

Estos acontecimientos ponen de manifiesto la necesidad urgente de abordar el impacto ambiental de la IA y de establecer marcos regulatorios más sólidos para garantizar la seguridad y el bienestar de los usuarios en el mundo digital. A medida que la IA continúa transformando nuestras vidas, es crucial encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la responsabilidad social y ambiental.