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Tribunales bonaerenses adoptan ChatGPT para redactar sentencias
En mayo, el Ministerio Público de la Ciudad de Buenos Aires comenzó a utilizar IA generativa para predecir fallos en algunos casos de empleo público relacionados con demandas salariales.
Desde entonces, los funcionarios de justicia de la oficina de lo contencioso administrativo y tributario de la ciudad de Buenos Aires suben los documentos del caso al ChatGPT, que analiza patrones, ofrece una clasificación preliminar a partir de un catálogo de plantillas y redacta una decisión. Hasta ahora, ChatGPT se ha utilizado en 20 sentencias legales.
Según estudios recientes realizados por la oficina, el uso de IA generativa ha reducido el tiempo que lleva redactar una oración de una hora a aproximadamente 10 minutos.
“Nosotros, como profesionales, ya no somos los personajes principales. Nos hemos convertido en editores”, dijo Juan Corvalán, fiscal general adjunto en lo contencioso administrativo y tributario. Resto del mundo.
La introducción de herramientas de IA generativa ha mejorado la eficiencia en la oficina, pero también ha generado preocupaciones dentro del poder judicial y entre expertos legales independientes sobre posibles sesgos, el tratamiento de datos personales y la aparición de alucinaciones. Preocupaciones similares han resonado más allá de las fronteras de Argentina.
“Cualquier uso inconsistente, como compartir información sensible, podría tener un costo legal considerable”, dijo Lucas Barreiro, abogado especializado en protección de datos personales y miembro de Privaia, asociación civil dedicada a la defensa de los derechos humanos en la era digital. dijo Resto del mundo.
Los jueces de EE. UU. han expresado su escepticismo sobre el uso de la IA generativa en los tribunales, y el juez federal de Manhattan, Edgardo Ramos, dijo a principios de este año que “Se ha demostrado que ChatGPT es un recurso poco confiable”. En Colombia y los Países Bajos, el uso de ChatGPT por parte de los jueces fue criticado por expertos locales. Pero no todo el mundo está preocupado: un juez de un tribunal de apelaciones del Reino Unido que utilizó ChatGPT para redactar parte de una sentencia dijo que era “muy útil”.
Para Corvalán, el paso a la IA generativa es la culminación de una transformación de años dentro de la Fiscalía General de la Ciudad de Buenos Aires. En 2017, Corvalán reunió a un grupo de desarrolladores para entrenar un sistema impulsado por inteligencia artificial llamado PROMETEA, cuyo objetivo era automatizar tareas judiciales y acelerar los procedimientos de los casos. El equipo utilizó más de 300.000 fallos y expedientes de casos relacionados con protección de vivienda, bonificaciones de empleo público, ejecución de multas impagas y denegación de licencias de taxi a personas con antecedentes penales.
Los casos en los que se utilizaba no variaban mucho y las resoluciones tendían a estandarizarse. Aún se requería que el personal legal revisara las decisiones del programa. En poco tiempo, la productividad en la oficina aumentó casi un 300%, y los profesionales jurídicos podían procesar alrededor de 490 casos por mes, frente a unos 130.
“Nunca tuvo la intención de reemplazar a los humanos. Siempre hay supervisión. Más bien, es una forma de repensar nuestros trabajos”, afirmó Corvalán.
PROMETEA podría predecir resultados con un 90% de precisión en menos de 20 segundos, según un informe de la fiscalía de la ciudad. La implementación de PROMETEA fue un punto de inflexión, dijo Melisa Rabán, secretaria de la procuraduría general adjunta para asuntos contenciosos administrativos y tributarios.
“Llegaron casos más complejos y pudimos trabajar en ellos adecuadamente en lugar de realizar trabajos automatizables”, dijo Rabán Resto del mundo.
Pero la eficiencia del programa tuvo un costo: cada nueva categoría de delito para la que se implementó PROMETEA requirió capacitación adicional y desarrollo de algoritmos. A principios de este año, Corvalán comenzó a eliminar PROMETEA en favor de ChatGPT. Las 20 sentencias que ha redactado han sido revisadas por un abogado y aprobadas por el fiscal adjunto. El poder judicial ahora está ampliando el programa a otras unidades, incluida la oficina de adquisiciones, que gestiona las quejas de los ciudadanos.
“Este proyecto trata de democratizar la IA generativa”, dijo Sofia Tammaro, empleada de la fiscalía general adjunta y desarrolladora principal del proyecto. Resto del mundo. En Argentina, que se ha quedado atrás del mundo desarrollado en el acceso a avances tecnológicos de vanguardia, eso no es poca cosa.
A los expertos les preocupa que muchos usuarios no tengan la capacitación y la alfabetización digital necesarias para implementar la tecnología que cambia rápidamente, lo que podría generar prejuicios contra las comunidades subrepresentadas, entre otras cuestiones.
“Si bien algunos pueden mitigarse, otros surgirán, porque en el corazón mismo de los desarrolladores hay valoraciones subjetivas que permean el diseño del modelo”, afirmó Barreiro.
El equipo de Corvalán está tratando de frenar algunos de los riesgos asociados con los modelos de IA, incluida la prevalencia del robo y la piratería de datos. “Todavía estamos trabajando en un proceso de anonimización de los datos confidenciales encontrados en los casos”, dijo Tammaro.
Las alucinaciones también podrían plantear importantes riesgos legales. Los casos en los que los sistemas de IA generan información falsa o irrelevante ocurren alrededor del 17% de las veces en herramientas legales de generación de IA, según un estudio de Stanford de 2024. Para Corvalán, estos sólo pueden mitigarse mediante el uso de programas que tengan un menor margen de error, como PROMETEA, para casos sensibles, incluidos los relacionados con la violencia de género y doméstica.
“PROMETEA está integrada en nuestros procesos. Su huella nunca desaparecerá”, dijo Roberto Betancur, director de TI y modernización del Ministerio Público de Buenos Aires. Resto del mundo. “Nos dio una guía para entender cómo se toman las decisiones legales”.
Por ahora, PROMETEA se utiliza para fallos relacionados con el empleo público y para gestionar investigaciones que involucren material de abuso sexual infantil. Es probable que su uso disminuya con el tiempo.
“PROMETEA es como Blockbuster en un mundo donde Netflix está surgiendo. Estas transformaciones están sucediendo a escala global”, afirmó Corvalán.